domingo, 20 de enero de 2013

Cuento: "El pescador"



Había un hombre que era pescador y tenía una hija. Un día él fue pescar y encontró una joya en la mar, muy bonita. Él volvió para casa muy alegre y dijo a la hija: – Mi hija, voy dar esta joya de regalo al rey.La hija dijo que él no diese, y que la guardase, más el viejo no la escuchó y llevó la joya al rey. Él recibió la joya y dijo al viejo que (bajo pena de muerte) quería que él le llevase su hija a palacio; ni por la noche, ni al día, ni a pie, ni a caballo, ni nuda, ni vestida.


El viejo pescador volvió para casa muy triste, y al ver la hija, le preguntó lo que tenía. Entonces el padre respondió que estaba triste, porque el rey le había ordenado que él la llevase, ni al día, ni por la noche, ni a pie, ni a caballo, y ni nuda, ni vestida.

La chica dijo al padre que descansase, que se quedaba todo por se cuenta, y pidió que le diese una fracción de algodón, y le trajese un carnerito muy gordo. El padre le trajo el algodón y el carnerito, y en el día marcado por el rey, de madrugadita, cuando no era ni de día ni por la noche, la chica cubre todo el cuerpo de algodón y salió montada en el carnerito. Cuando llegaron al palacio, el rey se quedó muy contento y satisfecho, porque el viejo tenía cumplido lo que le había ordenado bajo pena de muerte.

La chica se quedó en palacio y el rey le dijo que ella podía elegir y llevar para casa la cosa que más la agradase de allí.

En la ocasión de la cena, la chica se acostó un bocado de dormidera en el vaso de vino del rey, llamó los criados y mandó preparar la carroza. Cuando el rey tomó el vino le dio luego mucho sueño y fue dormir. La carroza ya estaba preparada y la chica mandó los criados poner el rey dentro y se fue para casa.

Cuando el rey se despertó de la dormidera, pensó en la casa del viejo pescador, acostado en una cama y con la cabeza en el cuello de la chica. El rey se quedó muy espantado y preguntó lo que quería decir aquello. Ella entonces respondió que él tenía dicho que podía traer de palacio aquello que más le agradase, y de lo que más ella se agradó fue de él. El rey se quedó muy contento al ver la sabiduría de la chica y se casó con ella, habiendo mucha fiesta en el reino.


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